La CNT después de la guerra civil



En el interior, a pesar de la fortísima represión de que fue objeto a partir de 1939- diez comités nacionales desarticulados hasta 1945 -, la Confederación mantuvo una notable presencia clandestina, tanto en la lucha sindical (60.000 militantes en Catalunya en 1951) como en la acción armada antifranquista ( José Luis y Facerias , Francesc Sabaté i Llopart ), y fue la primera fuerza de oposición a la dictadura hasta mediados de los años cincuenta. Después, mientras en el exilio se sucedían las discordias y los intentos de reunificación (1961, congreso de Limoges), el debilitada CNT del interior establecía pactos con otros grupos (1962, Alianza Sindical Obrera con UGT y SOC) y algunos de sus elementos tanteaban el entendimiento con la CNS verticalista (1965). A partir de 1970 surgieron núcleos libertarios jóvenes y autónomos que, junto con los cenetistas "históricos", hicieron posible, desde 1975, la reconstrucción orgánica de la CNT (Asamblea Confederal de Cataluña, febrero de 1976)

1976: La reconstrucción de la CNT  y la lucha por la libertad sindical


En febrero de 1976 se produjeron las asambleas de reconstrucción de Madrid, Barcelona y Valencia. Un llamamiento a “todos los núcleos libertarios interesados en la reconstrucción de la CNT ”reunió centenares de personas en la sala de actos de la iglesia de Sant Medir, en el barrio barcelonés de Sants. De la Asamblea de Sants salió el compromiso de construir la nueva CNT y la formación de una comisión de trabajo para organizar el proceso constitutivo de la organización catalana y su confluencia confederal.


Además de la reivindicación histórica de la CNT (“conjunción del sentimiento de emancipación de la clase obrera”) se ponían las bases para la construcción de un sindicato con aspiraciones de transformadoras “no un mero sindicato reivindicativo”, y se expresaba la voluntad de compromiso “con amplios sectores de trabajadores” y de potenciar los principios del sindicalismo revolucionario “sin exclusiones ni exclusivismos”

El primer pleno de regionales de esta etapa  se celebró en Madrid el 22 de febrero y, desde abril, el Comité Regional del Centro empezó a funcionar como organismo coordinador. En julio, en un nuevo Pleno se sumaron Euskadi, Murcia, Asturias y Cantabria. En agosto, se celebró el I Pleno de Andalucía.


 y la reaparición de su prensa ( Solidaridad Obrera , CNT en Madrid, El Libertario en Girona, Cataluña en Barcelona, ​​La Colmena Obrera en Badalona, ​​etc.) antes o después de la legalización (mayo de 1977). La diversidad de corrientes internas, sin embargo, y la precariedad de la reorganización provocaron una nueva crisis: en el V Congreso (diciembre de 1979) se impuso el sector intransigente, vinculado al exilio de Toulouse (F. Montseny) y las posiciones históricas de la FAI, mientras que el sector renovador, representado por Enric Marco, con un amplio apoyo en el País Valenciano, Cataluña, Cantabria, Canarias, etc., impugnaba el Congreso y, sin renunciar a las siglas CNT, establecía su propia estructura orgánica.

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