MARIANO RODRIGUEZ
VAZQUEZ, “MARIANET”, GITANO Y DIRIGENTE LIBERTARIO DURANTE LA GUERRA CIVIL
Demetrio Gómez
Empezar a hablar
de memoria histórica gitana durante la Guerra Civil es una tarea cada vez más
urgente, no solo por la propia autoestima del Pueblo Rroma en España sino
también para que desde la sociedad mayoritaria se cree esa empatía necesaria
para obtener un respeto tanto tiempo perseguido, todos y todas sufrimos en
esa guerra fraticida. Hasta el momento a los Rroma nos han relegado a la
invisibilidad o como mucho se ha explotado un estereotipo folclórico y/o
conservador nacionalcatólico, imagen que ha visto reforzada con la
beatificación de Ceferino Gimenez Maya “El Pele” por parte de Juan Pablo II
que se encargo de hacer “beatificaciones express” de algunos caidos del
Frente Nacional, los militares golpistas y fascistas. No voy a dedicar muchas
líneas sobre la historia oficial de este beato, aunque otras fuentes no
coinciden con esa versión oficial de candida beatitud, pero si me parece poco
coherente como persona de izquierdas y progresista que esa referencia
reaccionaria sea la única que se maneja popularmente sobre los gitanos en ese
periodo amargo y que incluso los más “progresistas” comulgen con ese
ensalzamiento que más parece una maniobra política conservadora que un acto
de justicia real.
Para saber algo
sobre este luchador anarquista debemos constatar que existen ciertos
obstáculos que dificultan poder dar una visión detallada no solo por la
“amnesia histórica” impuesta también por la poca información recopilada sobre
este personaje en concreto. Para poder retratarlo debemos acudir a
referencias más o menos directas que se han registrado en biografias o
apuntes sobre otros personajes relevantes coetáneos, esto provoca una
impresión, como poco, de curiosidad más cuando además desarrollo su labor
como Secretario General de la CNT justo en el periodo de la Guerra Civil. Fue
contemporaneo y vecino de Helios Gómez, otro gitano revolucionario
anarco-comunista, aunque de este último tenemos un poco más de información
debido a su actividad artística en favor de la causa republicana.
Es importante que
nos situemos en el contexto ideológico e histórico si queremos comprender
este periodo acelerado de convulsiones y el papel que Mariano Rodriguez
Vazquez, “Marianet” jugó en este momento histórico no tan lejano.
La CNT fue fundada
en 1910 en Barcelona. Era una asociación sindicalista revolucionaria que continuaba
la tradición anarquista de España. Desde su introducción en España en 1868
por el amigo de Bakunin, Giuseppe Fanelli, el anarquismo tenía sus seguidores
en Cataluña, sobre todo en Barcelona y entre los obreros rurales y campesinos
pobres en Andalucía. A principios del siglo veinte el centro de las
actividades se encontraba en Cataluña entre los trabajadores industriales que
estaban bajo la influencia del sindicalismo francés.
Para muchos
anarquistas la huelga general era el arma principal que, en su opinión,
conduciría a la revolución y el derrumbamiento del Estado. Los
anarcosindicalistas rechazaban toda organización política. Querían organizar
la sociedad a base de sindicatos que deberían controlar la producción y la
distribución de manera que todo poder viniera a los producentes.
En la España de
los años 30 la presencia de un amplio movimiento anarquista era una anomalía
con respecto a lo que ocurría en otros países europeos. La CNT que, en un
principio, era una organización sindicalista revolucionaria, derivó hacia el
anarcosindicalismo. Para muchos trabajadores de la época, la utopía
anarquista era una realidad alcanzable. Lejos de plantear la lucha proletaria
como un empeño por conseguir únicamente mejoras concretas en las condiciones
de trabajo y en el nivel de vida, los anarquistas más radicales creían en una
revolución libertaria que acabase con el injusto régimen social imperante en
aquella época y trajese una nueva era de fraternidad e igualdad universal
basada en una federación universal de comunas libres y en la abolición del
dinero y de la propiedad privada. Ese modelo de sociedad futura se denominaba
“comunismo libertario”.
En este contexto
se desarrolla la vida de “Mariano Rodríguez Vázquez, conocido comoMarianet.
Mariano Rodríguez Vázquez, era un joven albañil de etnía Rromani (gitana) que
conoció las ideas anarquistas en una estancia en prisión, hecho que le que
influyo profundamente y que lo convirtió en un completo convencido por las
ideas ácratas y que le hizo
participar en las organizaciones libertarias. Tal es su implicación
que acabará convirtiendose en Secretario General de la Confederación Nacional
del Trabajo (1936 – 1939) cargo donde desempeñó un papel decisivo en el
devenir anarcosindicalista y la vida política y social de la Guerra Civil
Española.
Poco sabemos de su
vida dentro del ámbito privado. Tuvo una compañera sentimental que se llamaba
Conxita Dávila de la que no sabemos su fecha y lugar de nacimiento pero si
que se exilió a México hasta el fin de sus días en 1974.
Tampoco manejamos
demasiados datos de él hasta el estallido de la sublevación militar fascista
y el registro de las acciones que realizan en la Cataluña de aquellos días y
que finaliza, en esa primera avanzada, con el aplastamiento del movimiento
golpista, es en ese momento cuando “Marianet” entra en escena con toda su
fuerza.
Cuando la Guerra
Civil Española
la estalló el 18
de julio 1936, los anarcosindicalistas, que ya lo esperaban y se habían
entrenado, prepararon un plan de defensa de la ciudad, coordinando la acción
de los también clandestinos grupos de defensa de barriada y de sindicato.
Este plan, aunque pobre en medios, fue muy efectivo y llamo a la unión de
otras fuerzas políticas pero también de algunos destacamentos de la Guardia
Civil, Carabineros y de Asalto que se integraron de forma espontánea en los
grupos de la CNT.
El golpe militar
nacionalista es vencido en Cataluña y es la CNT quien se encuentra en una
situación de superioridad respecto al resto de las fuerzas del Frente Popular
y otros sindicatos, así como del estado republicano en Cataluña.
Con este éxito a
sus espaldas, se ofrece la posibilidad de crear un gobierno a la CNT en
Cataluña, sin embargo, después de muchas deliberaciones decidieron anteponer
a la realización total de la revolución social anarquista, la victoria en la
guerra, pues de haberse llevado ésta a cabo hubiera supuesto una cesura en la
zona antifascista, así como hubiera dejado aislada internacionalmente a
Cataluña y además pensaban que hubiera sido una imposición de los principios
anarquistas sobre población no totalmente anarquista, repitiendo pues vicios
autoritarios. Marianet en Julio del 36 mantiene, por tanto, posiciones
conciliadoras tratando de unir grupos minoritarios antifascistas antes de
llegar a la Revolución Social por los motivos anteriormente expuestos y se
crea el 21 de julio en Cataluña el Comité Central de Milicias Antifascistas.
El Comité presentaba un claro predominio de las organizaciones anarquistas,
si bien también se encontraban representadas en el mismo todas las fuerzas
del Frente Popular(ERC, POUM, PSUC, Unión Republicana, Unió de Rabassaires y UGT).
El CCMA constituía
mas que una duplicidad de funciones con respecto a la Generalidad y se creo
debido a la confusión y caos reinante con respecto a las ciudades y sus
cambios de bando, sin embargo no fue
muy efectiva y se disuelve en septiembre para crear una gobierno de la
Generalidad más fuerte, lo que choca con lo que estaba sucediendo en la
calle, que estaba dominada por comités de barriada (casi siempre formados a
iniciativa de militantes de la CNT); en los sindicatos, que estaban
comenzando a incautar empresas; y de las milicias, que se habían convertido en ejércitos obreros. Decidida
la supresión del Consejo, se procedió a la negociación de la ampliación del
gobierno de la Generalidad para incluir a todas las fuerzas antifascistas y
sindicales. La idea era ganar eficacia y evitar la duplicidad de poder.
Unos meses después
en 1937, y gracias a la experiencia recogida en la “Escuela de Militante,
Manuel Buenacasa elabora el “Manual para el Militante” que fue aprobado por
el Secretario General de la CNT, “Marianet”, con este manual se persigue que
el militante aprenda cuales son sus obligaciones y que sea consecuente con
los principios y la conducta moral de la organización a la que se obligan a
servir además de hacer hincapié en el analfabetismo que impedía la
“Militancia Consciente” El manual fue duramente criticado posteriormente por
otros autores anarquistas que ven en este libro una contradicción con el
espíritu libertario y una perversión del ideal en favor del “bochevismo”.
Cuando se publica este libro ya hace más de un año que se está realizando una
revolución autogestionaria desde la base, por los mismos trabajadores, sobre
todo de CNT y UGT, y varias etiquetas sindicales y políticas, y sin etiqueta
alguna.
“Marianet” tuvo
que lidiar con momentos difíciles y complejos, en el año 38 con Aragón tomada
por los Nacionales y Vinaroz recibiendo avanzadillas, queda el bando
republicano partido en dos y las anteriores divisiones sindicales deciden
olvidar sus diferencias y es así como surge la Alianza Sindical de la CNT con
UGT. La premura, la descoordinación debida a la guerra y otros factores
provocan reacciones precipitadas que en condiciones normales no se habrían
producido y quizás en ese momento era la única decisión posible, pero trajo consigo
grandes concesiones casi impensables para la CNT. Es el principio del fin del
sueño de una Cataluña libertaria.
Un gran número de
expertos apuntan como causa de la derrota del movimiento anarquista en
Cataluña a la degeneración burocrática del anarquismo catalán, su rápida
“bolchevización” a partir de 1937 y su renuncia a cuotas de poder que se
había ganado en la lucha callejera antifascista aunque el análisis debería
ser mucho más profundo porque las circunstancias son demasiado complejas para
ser explicadas exclusivamente con una sola razón. Desde luego, la guerra no
es cualquier razón sin más, quizá sea la más irracional de todas. Pero la
rapidez con la cual los comités
superiores de las organizaciones libertarias cayeron bajo el control de una
burocracia emergida de su propio seno tiene que ver también con razones
endógenas del propio movimiento.
“Marianet” ha sido
acusado injustamente por algunos como el responsable de estos desaguisados en
periodos de guerra. Gracias a él se conservan los archivos de la CNT. El
contrato referente a los archivos de la CNT fue firmado el 11 de mayo de 1939
por él a título personal para evitar reclamaciones eventuales de parte del
régimen de Franco. En este contrato se trata de 21 cajas con 106 paquetes.
Estas cajas fueron enviadas a Inglaterra al mismo día. El inventario del
archivo CNT hecho en aquella época (sin título y sin fecha) contiene
descripciones concisas de los paquetes de documentos.
La mayoría de los
documentos se refieren a organizaciones nacionales y proceden del archivo del
Comité Nacional. Datan del período del secretariado de Mariano Vázquez. El
encargado de esta misión de rescate de los archivos no es otro que Simón
Radowitzky, al que “Marianet” le dice que tenía que llevarse los archivos de
la CNT. Radowitzky los llevó a Francia. Él, junto a Martin Gudell, que era su
superior, los llevan hasta la frontera. Vuelve, se queda unos días más, y
pasa la frontera, y va a parar al campo de concentración de Saint Cyprien
sobre las costas del mar mediterráneo, donde el hambre y el frío eran
constantes, donde había un kilo de pan para repartir entre 25 compañeros.
Logra escapar, ayudado por otros compañeros. Lo llevan a Montpellier, luego a
París, para pasar a Bélgica y después a México con identidad cubana donde
fallecería en el exilio en 1956.
En 1947 los
archivos de la CNT y FAI fueron transportados a Ámsterdam, al Instituto
Internacional de Historia, donde quedaron cerrados en custodia durante 36
años en espera de un desarrollo favorable en España donde la CNT existía
clandestinamente
En cuanto a sus
ideas, siempre lucho por mantener la unidad y evitar la atomización de la CNT
lo que le llevo a un pequeño enfrentamiento que se puede resumir en esta
frase cuando Lucía Sánchez Saornil, ex secretaria de redacción de CNT de
Madrid, fue invitada por Mariano R. Vázquez, Marianet, Secretario General de
la CNT catalana, a ocupar una tribuna femenina, responde: “No recojo tu
sugerencia porque mis ambiciones van más lejos; tengo el proyecto de crear un
órgano independiente para servir exclusivamente a los fines que me he
propuesto”.
Según algunas
anotaciones e informes referidos por otros se cita su exilio a Francia y de
su destino en este país. Manel Aisa Pampols hace mención en un artículo suyo
sobre la organización de los libertarios en la clandestinidad. Como indica el
autor del artículo, con la perdida de Cataluña, Mariano fijo su residencia en
Paris junto a otros anarquistas que huyen y consiguen organizarse fuera de
España y forma el Consejo General del Movimiento Libertario, organismo del
que fue nombrado Secretario. Desde esta posición trata de mantenerse en
comunicación con los que se hayan agrupados en los campos de concentración y
también con aquellos que seguían en España, procurando en algunos casos las conexiones
necesarias para que pudieran huir. En “Represión contra la CNT (1939-1949) de
Angel Herrín López, en el apartado en el que habla de la Brigada
Politico-Social de Franco en todo lo relativo a sus métodos de infiltración y
control, afirma que esta infiltración de la policia fascista no solo se
producía en territorio español sino también en el exilio y fruto de una de
estas, José Hungría, Teniente Coronel Jefe de los Servicios de Información
Militar, recibe la notificación en julio de 1939 de que “Marianet” se haya en
Francia y que el infiltrado se ha ganado su confianza. Sin embargo, no será
el franquismo lo que mate a “Marianet”, en junio del año 1939 fallece debido
a un accidente, muere ahogado, algo que no deja de extrañar puesto que se
comentaba que era un excelente nadador.
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